Hace más de tres lustros que esta casa china conquistó a los madrileños en el antiguo local del Paseo de Extremadura. Reabren con fuerza ahora en el centro de Madrid, con una apuesta que ya lo ha convertido en el gran restaurante chino de la ciudad.

Ha vuelto a Madrid uno de los restaurantes chinos, chinos que más alegrías dio hace tres lustros. Renovado, mucho más sofisticado y en otra ubicación, Don Lay pasa del Paseo de Extremadura a la calle Castelló y se ha convertido en tiempo récord en el que quizá ya es el gran restaurante cantonés de Madrid.

El pato laqueado es el gran icono de Don Lay. Lo elaboran al estilo imperial y lo bordan. En dos pases, carne y sopa. También hay que probar los dim sum, un bocado exquisito

El gran icono de esta casa puesta en marcha por Nieves Ye y sus socios es, cómo no, el pato laqueado, que en Doy Lay elaboran a la manera imperial. El resultado, impecable. Vayan y prueben.

Lo sirven, como manda la tradición, en dos servicios, carnes y sopa. El comensal puede disfrutar en la mesa de cómo preparan el pato laqueado (medio o completo) y preparar los creps con las verduras y la salsa clásica.

Pero hay otros platos que debe incluir toda comanda en Don Lay, donde bordan pastas como los dim sum o los dumplings. Cuáles pedir? La gran especialidad son los xialongbao (rellenos de sopa), pero tampoco defraudan los que llevan langostinos, o los de carne de cerdo, o los de setas. Prueben varios, están deliciosos.

La carta es amplia, gustan mucho los salteados en wok.

Si son más de ocho comensales, avisen cuando llamen (hay un reservado chulísimo) y encarguen el cochinillo laqueado, una exquisitez difícil de encontrar en España y que se convertirá en uno de los platos inolvidables de su vida.

Para los curiosos, hay una barra para picoteo. Pero merece la pena sentarse en el local y disfrutar de todo el rito del pato laqueado.

Entre los postres, para serles sinceros, ninguno memorable. Pero merece la pena la visita sólo por los dim sum y el pato laqueado.