Gente que ama lo que hace. Así es el equipo que conforma este restaurante de Valladolid que cada vez brilla más. El mimo al producto es su gran secreto.

La dedicación del equipo Trigo ha tenido su recompensa tras tantos años a piñón en los que no han dejado de crecer: galardones como el de Mejor Restaurante de Castilla y León o la Michelin vinieron a confirmar el unánime aplauso al lujazo de la sencillez. 

Quienes conocen esta casa saben que su oferta gastronómica es un reflejo de los que la dirigen: sobria, equilibrada, creativa, una apuesta con más trabajo y contenidos que fachada. 

Las verduras, la caza y la espectacular despensa de esta tierra son los protagonistas de la cocina de Víctor Martín en esta casa de comidas que también realiza celebraciones y eventos en varios espacios vallisoletanos.

Con el producto de temporada como bandera y homenajes constantes a la sensacional despensa de esta tierra, en los platos que elabora Víctor Martín encontramos guiños al mar y a su paso por algunos de los fogones más exquisitos del país.

Entre la carta, las ‘kokochas con pilpil de montanera, habitas y jamón’ o los exquisitos ‘espárragos que querían ser calçots’, por citar mis favoritos, sin olvidarnos nunca del pichón al trigo o el steaktartar, qué platazos. 

Aunque la mejor opción es quizá zambullirse en uno de sus dos menús degustación, toda una experiencia para disfrutar del deleite sin mirar el reloj, con los postres de Henar como brillante colofón. 

La sala la dirige con sigilo y finura Noemí Martínez, traviesa sumiller que susurra sugerencias muy chulas entre las más de 300 referencias de la bodega. 

¿Otro plus? Las jornadas champagneras que organizan cada año, un sueño para quienes amamos las burbujas.